17 de febrero de 2009

Cuando la política (o el racismo) invade el deporte

La tenista Shahar Peer no jugará el torneo de Dubai (Emiratos Árabes Unidos). El país le deniega el visado. ¿La razón? Porque es de Israel, por supuesto. Su compatriota, Andy Ram, también se encuentra pendiente de saber la decisión sobre su visado para poder disputar la versión masculina del torneo.


El reciente conflicto en la Franja de Gaza está teniendo efectos colaterales que van más allá de lo imaginable, como que un país impida a una tenista jugar un campeonato en el que por pleno derecho debería estar.

Además, los alegatos que aportaron los organizadores del torneo para impedir la participación de la israelí resultan algo más que xenófobos: no puede entrar en el país debido al "elevado sentimiento de repulsa que se tiene en Oriente Próximo contra todo lo que puede representar la señora Peer". ¿Buscando excusas para evitar conflictos? Resulta patético e hipócrita.

Por supuesto, en el entorno de Peer se encuentran totalmente decepcionados. No es para menos. Más allá de lo profesional -la israelí se perderá uno de los torneos de categoría más elevada del calendario- en el ámbito personal se ve ampliamente afectada.

Por otro lado, a nivel internacional se crea una estela de odio y se agrava un conflicto que el deporte debería ser uno de los encargados de depurar.

El presidente ejecutivo del WTA Tour, Larry Scott, también ha manifestado su malestar y se están planteando que el torneo de Dubai deje de disputarse en los Emiratos el próximo año.

"Todas las jugadoras estamos con Peer", aseguró ayer la ex número 1 del mundo, Venus Williams, que algo sabe de soportar conductas racistas. Sin embargo, el torneo se ha comenzado a disputar sin que nadie se oponga de una manera drástica a esta circunstancia ajena al deporte.

2 comentarios:

  1. Lo que faltaba. Desde luego, si todos nos comportáramos así, muy mal irían las cosas. Castigar a un ciudadano por el país o la cultura a la que pertenece o por los errores de sus gobernantes me parece lamentable.

    ¿Y si no dejáramos participar a norteamericanos por la horrible guerra que puso en marcha su ex presidente Bush? ¿O si pagáramos con toda la comunidad musulmana el despropósito de Al qaeda?

    En fin, patético. Mi solidaridad con Peer.

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  2. No sólo 100% de acuerdo si no que además la WTA se quedó corta en su decisión!!
    No deberían haber disputado el torneo!!
    Por otro lado se demuestra la falta de compañerismo de las jugadoras que cuando les interesa se quejan, pero a la hora de dar la cara parece que el dinero es el que acaba por gana la partida!!
    No creo que Larry Scott vaya a hacer nada especial, creo que ha sido Marketing de cara a la galería para hacer ver el descontento, pero seguro que con el valor de estos torneos dentro de 15 días se habrá olvidado de todo y la pobre jugadora se verá inmersa en más problemas que este!!

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