Murray presenta su candidatura a número 1

Sin tregua, en su primera semana de la temporada, en un torneo que abría el cartel con tres números uno del mundo (Nadal, Federer y Roddick), Andy Murray ha presentado su candidatura para llegar a lo más alto del ránking en este 2009.

Sin apuros, el escocés de 21 años se plantó en los cuartos de final de Doha tras deshacerse del catalán Albert Montañés y del alemán Petzschner en primera y segunda ronda. Allí tampoco tuvo compasión del desconocido ucranio Stakhovsky al que venció también en sólo dos mangas.

En semifinales se cruzó con el máximo favorito al título tras la derrota de Nadal, el ex número 1 del mundo, Roger Federer -para muchos, el mejor tenista de todos los tiempos-. El suizo se anotó el primer set en el tie-break, pero no pudo hacer nada ante la inmensa reacción de Murray que se llevó los dos siguientes por 6-2 y se plantó en la gran final.

El estadounidense Andy Roddick le esperaba allí tras vencer en las semifinales a Monfils, verdugo de Nadal. Se esperaba un partido duro e igualado, entre dos tenistas que comienzan con fuerza la temporada, pero nada más lejos de la realidad. En un abrir y cerrar de ojos Murray se alzaba con el título tras arrollar a Roddikc cuando sólo se había completado una hora y diez minutos de final. El resultado de 6-4 y 6-2 es una muestra bien significativa de la contundencia con la que venció el escocés. Los tres breaks en tres oportunidades -por ninguna de Roddick- más una efectividad del 80% con el primer saque son otros datos que lo atesriguan.

Murray presenta su candidatura, pero tendrá que reafirmarla obteniendo un gran resultado en el Open de Australia que comienza la próxima semana. Se siente bien, dice el escocés, de cara a la gran cita oceánica, pero tras lo ocurrido la pasada temporada -donde cayó en primera ronda ante Tsonga, a la postre finalista del torneo ante Djokovic- quiere ir con calma. "Necesito estar concentrado en cada partido y luchar duro cada ronda", apunta.

Rafa Nadal, Roger Federer y Novak Djokovic tendrán que andarse con cuidado si no quieren verse arrollados por el cuarto en discordia, que apunta maneras de gran campeón y viene pisando muy fuerte y con su noveno título en las vitrinas.