Vuelve el mejor restador del circuito, vuelve David Ferrer. La calidad que atesoraba el tenista alicantino parece que vuelve a resurgir tras casi un año de letargo. Desde que el pasado junio, tras vencer el torneo de s-Hertogenbosch se convirtiera en el segundo español en varias décadas –tras Rafa Nadal- en lograr un título sobre hierba, el de Xàbia no había vuelto a aparecer por ninguna otra final en el circuito.Ahora ya se encuentra en el último partido en Dubai, donde se encontrará con el número 3 del mundo, el serbio Novak Djokovic, en lo que podría ser un ensayo –aunque sobre pista dura en vez de tierra batida- del partido de la eliminatoria de la Copa Davis que se jugará en Benidorm el próximo fin de semana.
El poderío físico vuelve a ser seña de identidad del jugador de la Comunitat, que arrolló como una locomotora al francés Richard Gasquet en las semifinales por un doble 6-2. El partido, de una hora y 15 minutos, sólo tuvo color español y el galo se convirtió en un mero espectador del espectáculo que ofrecía Ferrer.
Grandes golpes de ataque, increíble defensa cuando el francés podía sacar a relucir su calidad, lo devolvía todo, llegaba a bolas inverosímiles como Arantxa en sus mejores tiempos o, para los más jóvenes, como Nadal en los años que corren. Por si fuera poco, mostró su “innato” poder al resto, cuando el otro jugador debería llevar la iniciativa. Ahí Ferrer también fue superior.
Con este panorama, Richard Gasquet sólo podía gesticular a su entrenador que no había nada que hacer y que el partido estaba perdido para él. Y así fue, y Ferrer se fue al vestuario con una enorme sensación de éxtasis para preparar cuanto antes el partido de la final.
Djokovic llega a la final con dudas
El serbio Novak Djokovic, número 3 del mundo y primer favorito del torneo, será el rival de Ferrer en el último encuentro de Dubai. Llega a la final después de ofrecer muchas dudas con su juego, no se encuentra al 100% de su nivel, pero aun así ha conseguido superar ronda tras ronda hasta colocarse en el último partido.
Los encuentros previos no favorecen a ningún jugador. Se han repartido los seis partidos que han disputado entre ambos, aunque sobre pista dura la balanza se inclina del lado serbio por tres victorias a una. En el último partido, en cuartos de final del Open de Australia de 2008, Djokovic pasó por encima del alicantino por 6-0, 6-3 y 7-5. A la postre, Djokovic sería el campeón del hasta ahora su único torneo del Grand Slam.
Ahora parece que las circunstancias son diferentes, Ferrer ha recuperado la confianza en su juego, algo que es clave para el alicantino, y el encuentro se presenta de lo más igualado. Además, este encuentro será fundamental para determinar si el alicantino será el número dos del equipo español en la Copa Davis de Benidorm.
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