Ferrer ha sido el elegido. Después de unas semanas llenas de especulaciones sobre el nombre del jugador que ocuparía el número dos del equipo español, el seleccionador Albert Costa ha dado esta mañana la sorpresa al designar al alicantino David Ferrer.
Una sorpresa no tanto por lo ránking se refiere, puesto que el alicantino es el número 12 del mundo, el siguiente español por detrás de Nadal –excepto Verdasco, que no ha ido convocado por lesión-. Más bien, una sorpresa porque Tommy Robredo se postuló como favorito tras realizar una excepcional gira por la tierra batida en Latinoamérica, donde cosechó los títulos de Buenos Aires y Costa du Sauipe, semifinales en Viña del Mar y cuartos de final en Acapulco.
Sin duda, la reciente final de Ferrer en Dubai ha supuesto para el una inyección extra de confianza de cara a esta eliminatoria de la Davis. Además, Ferrer jugará prácticamente al lado de su casa y contará con el apoyo de familiares y amigos, lo que motivará aún más al jugador de Xàbia.
Oportunidad de venganza
Así pues, Ferrer tendrá la oportunidad (viernes, a las 11:00 horas) de vengar la derrota de la final de Dubai seis días después de que perdiera ante el serbio Novak Djokovic. Esta vez, la superficie, el público y la confianza estarán del lado del alicantino, que parece afianzarse como favorito al triunfo.
En el siguiente partido, el número uno del mundo y, cómo no, número uno del equipo español, Rafael Nadal, jugará contra el serbio Janko Tipsarevic, en lo que parece un tanto a priori prácticamente seguro para el equipo que dirige Albert Costa, máxime si tenemos en cuenta que la eliminatoria se disputa sobre tierra batida, donde los registros del jugador mallorquín son inigualables.
Para el sábado (12:00 horas) se espera un plato fuerte con el encuentro de dobles. Costa ya desveló ayer que Tommy Robredo y Feliciano López serían la pareja del equipo español. Del lado serbio, se prevé que jugará Djokovic de nuevo, formando dupla con Nenad Zimonjic, un especialista en esta categoría.
Todo ello si el tiempo lo permite, pues la lluvia parece haberla tomado con Benidorm y no parece que los horarios se vayan a cumplir con normalidad. Inclemencias meteorológicas a un lado, tanto jugadores como capitán se muestran cautelosos y avisas de que esta eliminatoria “no será un paseo para España”.
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