
La tenista japonesa, que en su época llegó a ser la número 4 del mundo, desquició con su tenis a Medina, acostumbrada a los potentes golpes de las jugadoras de hoy en día y no al toque sutil y cortado de la nipona que quiere seguir en el cicuito "hasta que el cuerpo aguante". "Creo que podré estar durante dos años más", aseguró.
Una tenista incombustible, en pleno auge, que se enfrentaba contra la de Torrent, en horas bajas. "Llegué aquí sin mucha confianza. Estar en la final es un resultado muy bueno. Hubiera sido más feliz ganando el torneo, pero Kimiko jugado muy, muy bien", explicó Medina.
De este modo, Date se convierte en la segunda tenista de más edad en ganar un título de la WTA, por detrás de la estadounidense Billie Jean King, que consiguió vencer en 1983 el torneo de Birmingham con 39 años y 7 meses.
Anabel Medina, gracias a este buen resultado, consigue una buena y necesaria inyección de moral, además de volver a escalar varios puestos en la clasificación mundial y acercarse a la posición número 20 del ránking.
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