23 de septiembre de 2009

Regresa la elegancia al circuito

El tenis está de enhorabuena, vuelve Justine Henin. La tenista belga regresa con ganas de subir de nuevo a la cúspide, de la que se marchó hace ahora 14 meses. La motivación es extra si se tiene en cuenta que su compatriota -que no amiga- Kim Clijsters también regresó a las canchas después de dos años para coronarse en el US Open a la primera tentativa.

Henin se fue destrozada moralmente. “Siento que ahora comienza la mejor parte de mi vida”, expresaba Justine en su retirada. La exigencia de un circuito que recorre el mundo de punta a punta varias veces por temporada llega hasta el extremo de lanzar contra el abismo a una número 1 del mundo. Durante 365 días al año hay que mantenerse fuerte tanto física como mentalmente, si no acaba haciéndose el ridículo -como le ha sucedido recientemente a Ana Ivanovic-.

La noticia del regreso de la tenista valona es excelente por varios motivos: la siete veces ganadora de torneos del Grand Slam vuelve porque se encuentra al 100% psicológicamente, una gran campeona como ella no volvería si no fuera para volver a sumar títulos; con ella el circuito gana competencia y nivel tenístico, 117 semanas aupada en lo más alto de la clasificación lo ratifican; y además, vuelve la elegancia de un revés precioso, al más puro estilo Federer, entre tanta jugadora que solo sabe pegarle a la pelota lo más fuerte posible.

Henin asegura que todavía no está a tope físicamente, pero tiene todavía unos meses por delante para ultimar su preparación y tratar de reaparecer en el próximo Open de Australia.

“No tengo la sensación de haber tomado una decisión, es como si se hubiera impuesto de forma natural”, declaraba la belga a una entrevista en una televisión de su país. “Siento que la llama está dentro de mí”. Es la llama del buen tenis, de la calidad y la humildad, que siempre quedó prendida y resplandeciente en el corazón de Justine Henin.

0 aces:

Publicar un comentario