28 de octubre de 2013

El coronel ruso conquista Valencia


No partía entre los favoritos, a pesar de ser siempre un rival peligroso. Aprovechó la retirada de Tomic en primera ronda para adentrarse, sin hacer mucho ruido, en una parte baja del cuadro labrada con las eliminaciones prematuras de los cabezas de serie (Anderson, Isner, Simon y Haas). De este modo, y con las victorias sobre Kohlschreiber, Nieminen y Tursunov, el ruso Youzhny se presentó en la final del Valencia Open 500 a plantar cara al principal favorito y defensor del título, David Ferrer.

El alicantino no llegaba en su mejor momento de físico de la temporada, pero a pesar de ello se clasificó con comodidad para la última ronda de su torneo, tras una destacada victoria en cuartos de final ante el joven y talentoso polaco Jerzy Janowicz (64 46 60) y el triunfo sobre el murciano Nicolás Almagro en la semifinales (62 63). Pero la final fue otra historia.

El partido se planteó en unos términos que no hacían prever nada positivo para el tenista local. A pesar del apoyo de los 6.000 espectadores del Ágora, Ferrer no pudo desplegar su potencial ofensivo ante un coronel que sacó todo su arsenal bélico para librar la guerra por el título. De esta manera, Youzhny arrebató el primer set al tenista de Jávea, incómodo incluso en la batalla cuerpo a cuerpo del peloteo.

La segunda manga dio un poco de esperanzas al público local. El discípulo de Javier Piles se plantó con 4-1 a favor tras arrebatar el servicio del moscovita. No obstante, la presión de la defensa de la corona y una cabeza poco centrada, unidas a una recuperación del tenista soviético dieron la vuelta al marcador para que Youzhny acabara erigiéndose en el nuevo campeón de Valencia (63 75), una plaza en la que ya fue finalista en 2009, cuando cayó a manos del británico Andy Murray.

Es el segundo título del año para Youzhny, que viniendo desde atrás, se mete en la pelea por una plaza en las ATP Finals de Londres, aunque para tener alguna opción debería coronarse también en París-Bercy. Para Ferrer es la sexta final perdida de la temporada, tras las de Estocolmo, Roland Garros, Portugal, Miami y Acapulco. El alicantino además, también pierde 200 puntos en la clasificación al no poder defender el título de guardián del Ágora.


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