El número uno del mundo fue un imposible para Tipsarevic. El serbio terminó desquiciado, como suele ocurrirle a la mayoría de los tenistas que se enfrentan con Rafa Nadal sobre tierra batida. Fue un encuentro fugaz, en apenas una hora y media, el mallorquín finiquitó el partido (6-1, 6-0, 6-2) y no dio opción a que el dobles se aplazara a la jornada del domingo.
Nadal sólo permitió que Tipsarevic venciera tres juegos en todo el encuentro. Fue una paliza en toda regla, en la que el tenista serbio, número X de la clasificación mundial, acabo desesperado y trazando líneas en la tierra cuatro metros más allá de la línea de fondo, hasta donde Rafa lo mandaba para disputar los puntos.
Que Tipsarevic venciera su primer servicio fue sólo un espejismo de la que se le veía encima. Once juegos consecutivos colocaron a Nadal con 6-1 y 6-0 en menos de una hora. El serbio quiso concentrarse y frenó la tremenda racha del mallorquín en el inicio del tercer set. De nuevo, una ilusión.
El número uno del mundo le volvió a encajar tres juegos seguidos y luego otros tres más -en medio salvo un juego Tipsarevic- y cuando el serbio se quiso dar cuenta estaba saludando al campeón en el centro de la pista y de camino a las duchas, para tratar de borrar la pesadilla que acababa de presenciar en primera persona.
Lo cierto es que tampoco fue una exhibición del mallorquín, quien estuvo más inestable de lo que acostumbra. Pero Tipsarevic le ayudó a que apenas se notara, puesto que el serbio estuvo tremendamente errático sobre la arcilla de Benidorm, superficie a la que no acabó de acostumbrase.
0 aces:
Publicar un comentario