Ni Fernando Verdasco ni el número uno del mundo, Rafa Nadal, estuvieron a la altura de sus rivales en los cuartos de final del Masters 1000 de Miami, por lo que cayeron eliminados en sus respectivos partidos.
Nadal se jugaba el pase a semifinales ante el argentino Del Potro y, en ningún momento, se vio al tenista que ganó en Australia o en Indian Wells. Cayó en el primer set por 6-4 tras ceder un break en la recta final, algo insólito cuando se trata de Rafa Nadal, muy fiable en los momentos clave.
El mallorquín consiguió igualar el partido en la segunda manga (6-3) y cuando tuvo que rematar el partido, cuando se adelantó 3-0 en el tercer set con dos breaks, no estuvo a la altura de las circunstancias y se dejó adelantar por el tenista argentino. Otra vez algo impensable cuando juega el mejor tenista del planeta.
Con más capacidad de sufrimiento que calidad, Del Potro se puso por delante e incluso tuvo 3 bolas de partido con 5-4 y saque de Nadal. El número uno, esta vez sí, sacó "como no lo había hecho en todo el encuentro" (en palabras del argentino) y pudo vencer el juego y llevar el partido al tie-break.
A la tercera tampoco fue la vencida y Nadal volvió a ceder ante el empuje del argentino en una situación donde él suele ser el claro favorito, en los partidos con finales igualados que se deciden con muerte súbita. Así ganó Nadal a Federer en varias ocasiones, en varios finales de torneos grandes, pero así no pudo ganar a Del Potro, que fue el que se anotó el partido y se clasificó para semifinales, tras ganar "el mejor partido" de su carrera, según declaró tras el mismo.
Para Nadal, en cambio, el partido fue "una catástrofe". "He estado muy mal de principio a fin, esa ha sido la verdad del partido", concluyó el número uno del mundo en unas palabras que reflejan a ciencia cierta la realidad de lo que ocurrió.
Verdasco, lesionado
El otro español que saltó a la cancha en los cuartos de final de Miami, Fernando Verdasco, no pudo hacer frente al número cuatro del mundo, el escocés Andy Murray, debido a molestias graves en la cadera y pierna derecha, y en la espalda.
El madrileño tuvo que ser atendido por el fisioterapeuta del torneo en diversas ocasiones a lo largo del encuentro, mientras Murray se iba anotando juego tras juego hasta concluir con un apabullante 6-1 y 6-2.
Cuando se saludaron en el centro de la pista, Verdasco le pidió disculpas al escocés por no haber podido jugar en condiciones, pero Murray apenas le escuchó y ya estaba pensando que tiene una nueva final de un Masters 1000 a tiro de piedra, aunque para ello tendrá que deshacerse del verdugo del número uno del mundo, el argentino Juan Martín Del Potro.
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