22 de septiembre de 2009

Valencia, ¿sede de la Davis?

Desde el primer momento en que España se clasificó para jugar la final de la Davis surgieron todo tipo de especulaciones sobre cuál sería la ciudad donde se disputaría la última y más importante eliminatoria. Valencia, con sede en la Feria de Muestras, se encontraba en esa lista de escogidas, donde también se apuntaron Barcelona (Palau Sant Jordi), Malaga (Martín Carpena) o Madrid (Caja Mágica).

Si bien es cierto que los jugadores han reiterado por activa y por pasiva que prefieren jugar al nivel del mar -con lo que Madrid debería quedar descartada de antemano-, lo que es más cierto todavía es que la propia capital de España es la que cuenta con más papeletas para resultar elegida.

Ya ocurrió, sin ir más lejos, el año pasado en las semifinales del torneo, que acabaron viajando hasta la plaza de toros de Las Ventas, con el consiguiente enfado de los tenistas nacionales que se sintieron ignorados, a la par que minusvalorados, por el antiguo presidente de la RFET, Pedro Muñoz.

En este tipo de acontecimientos (aunque no debiera ser así) los intereses económicos priman más que los deportivos, eso es bien sabido por todos, y en ese duelo Madrid parte con ventaja, sobre todo si tenemos en cuenta que se encuentra en plena carrera por albergar los Juegos Olímpicos de 2016. Ser sede de la final de la Davis podría ser un empujón en esta lucha contra Tokio, Chicago y Río, pero tampoco sería algo significativo, porque la capacidad organizativa de Madrid está suficientemente acreditada como para depender de ser el lugar donde se dispute esta final.

Leía antes de escribir a Fernando Carreño en Marca quejarse de que Madrid ya estaba a su juicio prácticamente descartada. Yo opino justo lo contrario, que es la que tiene la 'pole' en este peliagudo Gran Premio.

Entre las otras candidatas, Barcelona tiene a su favor una instalación en perfectas condiciones, pero a su vez haber sido sede de la final del 2000 le resta puntos para volver a ser elegida. En el Pabellón Martín Carpena de Málaga también saben bastante de organizar eventos deportivos de gran repercusión, pero la falta de aforo podría ser determinante para su eliminación.

Por su parte, Valencia presenta un lugar poco deportivo, la Feria de Muestras, pero con suficiente capacidad de público, con excelentes infraestructuras, con demostrada experiencia organizativa y, sobre todo, muy bien comunicado. Es cierto que habría que montar un graderío espectacular, lo que requeriría una gran inversión en tiempo y dinero.

Voluntad no nos falta, dice el presidente de la Federación de Tenis de la Comunidad Valenciana, pero no sólo con voluntad se consigue este logro, añado yo. Lo que aquí se debate es si disponemos del potencial económico y la influencia necesarios para luchar contra la capital.

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