Robredo, otro agradable regreso

Justo un año antes de comenzar Roland Garros 2013, Tommy Robredo ocupaba el puesto 470 del mundo, después de una etapa oscura de lesiones y molestias que acabó con su paso por el quirófano para tratar la tendinopatía crónica en los isquios que le hacía imposible jugar con garantías.

Tras un meteórico ascenso y un más que reseñable trabajo en el segundo Grand Slam, el jugador de Hostalric volverá a entrar en el top30 del ránking al finalizar la semana. Los cuartos de final en este Roland Garros igualan su mejor participación en un torneo grande (ronda que ya alcanzó en el abierto francés en 2003, 2005, 2007 y 2009, también en el Australian Open de 2007), un mes después de que el catalán haya cumplido los 31 años, los mismos que David Ferrer, quien le apeó del torneo sin condescendencia (6-2 6-1 6-1).

Pero el paso de Robredo por esta edición de Roland Garros quedará marcado por su gran hazaña, por su tesón, constancia, trabajo y lucha hasta el final. No en vano, el que fuera 5 del mundo en agosto de 2006, llegó a remontar hasta en tres partidos de forma consecutiva 2 sets en contra (Sijsling, Monfils y Almagro se vieron superados por el catalán), por lo que se ha convertido en el único tenista en lograr tamaña proeza desde que el mosquetero Henri Cochet lo consiguiera en Wimbledon de 1927. Con esta entrega se convirtió en héroe para los franceses, pero Ferrer lo devolvió de un plumazo a la realidad.

Se trata, pues, de un agradable retorno. Robredo vuelve a estar a un gran nivel, incluso afirma que es mejor jugador que aquel que fue capaz de jugar la Masters Cup de Shangai en 2006. Este año ya ha ganado el torneo de Casablanca y ha alcanzado semifinales en Buenos Aires y cuartos de final en Barcelona, Portugal y ahora Roland Garros. Excelente travesía en poco tiempo viniendo desde tan abajo.

Queda por ver durante cuánto tiempo es capaz de mantener este estado de gracia, o incluso si sigue mejorando, porque siempre es un placer poder disfrutar en las pistas de ese precioso revés a una mano, similar al de otro veterano Tommy, este de 35 años, el alemán Haas, que también está de vuelta y más en forma que nunca.